Texto de Ogsmande Lescayllers

LAS TRAMPAS DE LA FE.

Ahora vienen a pedirte que te acerques.
Ayer iban de largo, sin mirarte,
Cubiertos por un ejército de escoltas.
Hoy vienen a pedirte que les vote,
Que escuches sus “verdades”;
Sus trágicas verdades de panderas.

Hoy vienen al mercado,
Caminan por las calles,
Se mezclan con la gente.
Regalan flores y palmaditas en los hombros.
Ayer les apestabas
Y desde sus despachos;
En la bancada del congreso,
O cuando pasan en sus coches blindados,
Tú no eres nadie,
En fin,
Ingenuamente le entregaste tu voto.
Ahora vuelven pidiéndote de nuevo
Que les creas,
Por que en esta ocasión,
Irremediablemente cumplirán sus promesas.

La gente buena,
La gente de la calle
Les vuelven a votar,
Y piensan que esta vez
Las cosas van en serio.
Así están
Esperando una legislatura,
Oyéndoles insultarse,
Viéndolos ir y venir con las mismas mentiras,
Hasta quemar tu tiempo, tu entusiasmo,
Hipotecado hasta la misma médula.

Qué prenda tan oscura es la política.
Dónde está la moral de los políticos;
Comienzan ninguneándote una vez,
Y piensan que eres de ellos para siempre.

Nadie desde un palacio,
Nadie desde un despacho,
Ni tras de los cristales de un carruaje blindado
Te puede ofrecer nada,
Ni darte, lo que tú, como hombre necesitas.

La gente se entusiasma,
Sólo con escuchar unas cuantas promesas.

Cómo confiar de un perro que te ladra.
De alguien que te debe y no te paga.
De quien te ignora,
Y sólo viene a verte cuando te necesita.
Cómo creerles a los irresponsables,
A esos que van de trajes,
Mientras tú vas gastando tus harapos
Y nadie se te acerca,
Para saber cuáles son tus deseos
Y tus problemas.

Cómo no estar ahora, allá arriba,
Donde hacen el amor esas palomas.
Cómo seguir votándoles a esos ruines
Que llegan al poder,
Y se llevan los sueños de la gente
Que necesitan un sitio donde estar:
Un puesto de trabajo,
Un reconocimiento ciudadano,
Un hogar,
Donde sus hijos puedan ser felices,
O un día de paz, para ver como anidan las gaviotas.