sábado, 23 de mayo de 2009

COMENTARIO DEL LIC. OSMAR PEREDA, AL LIBRO "EL OTRO LADO DE LA NADA", DE OGSMANDE LESCAYLLERS.

Lic. Osmar Pereda.

COMENTARIO


"El otro lado de la nada" -Puedo- si yo intentara comprender a Cristian Lomba con esa candidez y a la vez infinita grandeza de pensamiento que lo acerca al mejor de los filósofos, quizás sería una pedantería de mi parte. Él es un fiel reflejo del carácter y a mi juicio, del pensamiento del autor de esta novela poética o esta poesía novelada que a ratos desnuda, desgarra o estremece.

Cristian Lomba, representa al tiempo contabilizado en años y siglos de sabiduría, sin embargo creo que el autor es más Licinio Alterje, que sabe que el conocimiento es un jardín que hay que cultivar y abonar para enriquecerse.

A medida que descubrimos los distintos personajes, observamos cómo el autor va hilando magistralmente cosas de la historia y de la ficción, como es el episodio de " El espejo de paciencia" a la vez que recurre a vivencias personales enriquecedoras. ¡Puedo! no cabe duda que en sus pasajes la novela nos va adentrando en un mundo recurrente; pero tan sutil, que lejos de molestar despierta la curiosidad por saber qué viene después.

Sinceramente, creo que el autor ha hecho un regalo a los sentidos, al buen gusto. El autor, dueño del don de la palabra, actúa como el lobo que desde su atalaya controla el horizonte hasta donde le llega el pensamiento.

Lomba, con su sabiduría acumulada durante siglos, denuncia nuestras imperfecciones y, por qué no, también nos zurra con nuestros efectos transformados en, a veces, inconcientes pecados capitales, a la vez que nos hace reflexionar hasta avergonzarnos de nosotros mismos. Entonces nos preguntamos ¿qué somos, quiénes somos, dónde vamos y de dónde venimos?

El autor demuestra una sorprendente madurez espiritual y narrativa.

Para mí que le conozco sólo me resta darle las gracias por regalarme el privilegio de creerme su alumno y, además, un buen alumno ¿puedo?

lunes, 18 de mayo de 2009

Foto y texto Ogsmande Lescayllers.

¡SÁLVANOS DIOS!

He llegado hasta aquí, haciéndome preguntas.
Ahora deseo que ustedes me respondan.

¿Acaso estas tierras en las que estáis plantados,
No perteneció a otros, que la llenaron de verdes olivares,
De grandes palacetes y mezquitas
Y pusieron en ellas inscripciones, verjas de oscuros lastres,
Canales y caminos para ir y venir en sus calesas?

¿Acaso aquellos hombres no tenían su dios,
Su religión, sus libros profanos y sagrados
Y unos deseos enormes de vivir,
Conforme a la palabra y a sus leyes?

Pregunto. Yo pregunto.
¿Por qué mienten y engañan a sus propios y ajenos?
¿Acaso el bien y el mal, no habitan juntos?
¿Por qué no convivir, blancos y negros, ricos y pobres,
Mudos y sordos, parlantes y sonámbulos?

¿Por qué me echas afuera, si estoy dentro?
¿Por qué me pides que acepte tus dictámenes,
Si tú no quieres escuchar los míos?

¿Acaso es un delito tener la piel oscura?
¿Hablar en otra lengua,
O adorar a otro dios que no sea el tuyo?

Pregunto. Yo pregunto a los jueces, al gobierno,
O esos ciudadanos que duermen junto a mí, sobre cartones;
Pero nadie me quiere responder.

Entonces, me planto, me atempero:
Soy negro, llevo tres años caminando a través del desierto,
Sin más riquezas que mis propios sueños.
Sin más armas que un montón de varitas,
Con las que pienso hacer una escalera,
Para saltar la malla, que separa la muerte de la vida;
El Sur del Norte, los grandes edificios, de mi choza de barro.

¿Acaso, por esa nimiedad vas a matarme?
Porque me apuro en saltar la malla,
Antes que llegue el día y me retornen
Al sitio desde donde salí hace tres años,
En busca de otro hogar y otro destino.

No entiendo. No comprendo.
Cómo es posible que vayas a la iglesia
Y confieses todos tus pecados,
Menos este, que es parte de la escena política,
Donde toda conciencia es como una entelequia,
En un plato de fango y mantequilla.

Yo quiero que alguien me responda:
Que se quite la máscara y deje su faz al descubierto:
Ante los hombres, ante Dios y ante el mundo,
Donde la humanidad sigue berreando
Sin poder responder a mis preguntas.

Yo sé que el blanco piensa que es superior al negro.
Que el rico cree, que es diferente al pobre.
Que el Norte, es más fuerte que el Sur.
Que la verdadera religión, es la que yo profeso.
Que mi país y mi gente, es mejor que los otros.
Yo sé que la ignorancia es capaz de esas cosas,
Y como no se entera, ni se inmuta.

Así es el caracol, la piedra muerta;
La oferta y la demanda en el mercado.

Ya sé que el norte es esto;
Que el sur es esto otro.
Después de tanto tiempo, tanto ir y venir.
Tantas interrogantes;
Me han dejado tirado en la frontera,
En un rincón de nadie, donde todo,
Incluso hasta la vida, pertenece al Olvido.

sábado, 16 de mayo de 2009

En Radio...


El presente y el futuro de Cuba

(Futuro Abierto)


13-05-2009En esta edición de 'Futuro Abierto' tratramos el presente y el futuro de Cuba al cumplirse 50 años de la revolución. Para ello nos acompañan Ogsmande Lescayllers, poeta cubano encarcelado por el régimen cubano durante cinco años; Alejandro González Raga, encarcelado en la primavera negra de Cuba por pedir libertad de expresión y liberado por el gobierno español y Ricardo Carreras, Presidente de la ONG española 'Solidaridad con Cuba' (17/05/09).
se puede escucharlo aquí

miércoles, 13 de mayo de 2009









ASÍ ES LA VIDA.

Los parados ahora,
Más de cuatro millones, se agolpan en la calle.
Estos son los sin puestos de trabajo,
Pero hay más, mucho más,
Que jamás han podido trabajar,
Naturalmente,
Esos no tienen estadísticas.
Ocurre de igual modo,
Con los enfermos y hambrientos del planeta;
Con los abandonados de la tierra.
Los que las trans y multinacionales,
Echan miseria abajo hacia la muerte.
Los que el capitalismo endemoniado,
Les monta en cualquier parte
Un palacio de naipes,
Hasta que mueran con el primer temblor,
Que la miseria humana pone en juego,
En los feudos bursátiles del mundo.

La crisis es del corazón
Porque hay cientos de millones de asfixiados,
Que no pueden tenerse en pies sobre el planeta.

La crisis es de la luz,
Porque las sombras comienzan a comernos,
Y nadie encuentra el sitio donde estamos.

La crisis, no es para el dinero,
Sino para los que no lo tienen.
No hay crisis de trabajo;
Trabajo siempre habrá,
La crisis es para el trabajador.

La crisis, no es de los gobiernos,
Es de los que elegimos a los gobiernos.

La crisis siempre es de los de siempre.
Y ahora,
Algunos al ver mermadas sus fortunas,
Pegan el grito al cielo,
Porque no imaginaron,
Que tres locos reunidos en las Azores,
Y una guerra de mierdas…
Les costaría tanto.


jueves, 7 de mayo de 2009

Poema de Ogsmande Lescayllers.





















EL ASMA DEL DINERO.

Tenerlo ahí, asfixiándote,
Quemándote el pulmón y la esperanza.
El mundo es de él
Y los que habitan en este paraíso incontrolado.
Su color amarillo también se ha vuelto sangre.
Hierve la sangre en las arcas del planeta.
Su hechura material nos contamina:
Ahoga,
Nos asfixia,
Nos quema lentamente la existencia.

Somos fracciones de monedas:
Rupias,
Dólares,
Euros,
Libra esterlina,
Yenes;
Papel de poca monta que vale más que un hombre.

Satán engavetado en los bancos.
Satán para comprar;
Para bañarte,
Para hundirte hasta el fondo;
Para dejarte ahíto,
Como si Dios también,
Se hubiera convertido en una cruel moneda.

En la casa matriz;
Las transacciones:
Opio,
Crimen,
Tragedias.

En la casa matriz;
Golpe de dados,
Donde el poder teje sus fantasías
Un oráculo incendia las paredes,
Para hacerse moneda convertible.

Asma.
Dura palabra.
No cuando se pronuncia,
Sino cuando se vive con ella en la garganta;
Sin embargo,
Los que engordan sus arcas,
Son dioses de papel
Que flotan en el aire
A voluntad del viento.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Poema de Ogsmande Lescayllers.

CON LAS FLORES DEL BIEN, POR SI ACASO.


Si Baudelaire viviera.
Si Charles Baudelaire siguiera vivo,
Con su voz de poeta y su ancho pantalón de casimir.
Si no se hubiera ido para siempre
Hacia el cielo imborrable de París.

Si su madre lo hubiera consolado
Y su amante le hubiera sido fiel,
O si su padre lo hubiera llevado de la mano,
A lo mejor, Las flores del Mal no existirían
Y la visión del hombre seguiría dormida en un rincón.
Pero el verso es más fuerte que la muerte
Y el silencio, quizás, como el camino,
Es la cantera de todos los misterios.

Si Charles Baudelaire,
No se hubiera escapado de su infancia,
Y hubiera permanecido acurrucado,
Bajo el chal espumoso de su madre
Y los ecos de mando del padrastro,
Estoy seguro,
Que hoy las noches serían más oscuras,
Porque la luz, apenas se hubiera levantado de su sitio.

El misterio es así; redondo y montaraz como la vida.
Las noches y los días, en el alma sin glosa del poeta,
Vuelan sobre los picos, de destello en destello,
Hasta hacerse centellas,
Huracán o relámpago, en los sueños del hombre.

Sé que cada palabra es una cruz,
Cada voz, un himno que comienza
Y que en cada mirada
Se abre un despertar frente a las sombras.

Sé lo que significa un estrechón de manos,
Un abrazo, un te quiero… una sonrisa.
Y sé también, cuánto nos duele a todos,
Dejar atrás las cosas que se aman.

Aquí me quedo yo, frente al misterio,
Con Charles Baudelaire y sus preguntas,
Empujando la puerta de salida,
Bajo el cielo imborrable de París.

Poema y foto de Ogsmande Lescayllers.


TODO ES PASAR.


Digo dos versos claros como el agua
Y dos turbios también;
Como la vida.
Otros los callo,
Por no electrocutarme.
A otros les doy puerta,
Y los lanzo al vacío.


Desde la esfera
Y en las agallas francas,
Invito al pez que vuelva y se desnude.
Invito a cacarear a las gallinas,
Los sábados y lunes de cenizas.


Sordos aquellos
Que no oyen mis palabras.
Ciegos los que no ven
Y se enfurecen,
Hasta menguar en aguas discursivas,
Yendo y viniendo a tientas por el mundo.


No basta con tener o con decir,
Cuatro verdades
Que se te van a medias.
No basta un soplo detrás de la tormenta,
Que tu silueta encala en la pared.


En las noches camina y no te hallas.
A lo lejos la luz parece un rótulo:
Pinzas de labradores,
Tracas de aire,
Insumo de la lengua en el silencio;
Hablan las meretrices
Y los rayos,
Te deshacen los tímpanos
De un golpe.


Demoran las preguntas.
Las respuestas no llegan.
De miel y luz,
Tus ansias terapéuticas,
Se echan a dormir entre cartones.
De luz y parpadeos,
Te acechan muérdagos
Y se desgarra el pubis de la tierra.


Las almas vuelan;
Se lastran los espacios
Con el ir y venir de las luciérnagas.
Un relámpago intenta torpedearte,
Mientras cargas de nuevo tu linterna.


Allende al soplo,
Un trueno quiebra el aire.
Las nubes te rodean mientras duermes;
Todo es pasar:
El tiempo,
El agua,
El viento,
Los recuerdos,
Las voces y las eras.
Tú eres la eternidad:
La vida un soplo.

lunes, 4 de mayo de 2009


REBELDÍA.

Me dediqué a escribir con letras grandes:
¡VIVA LA LIBERTAD!
Hasta que me metieron en la cárcel.

Poema de Ogsmande Lescayllers.




GOLFO DE LUZ Y ARENAS.

Para mi amigo, Abdullah Ibrahem.


Sentado frente al mar, miraba el cielo
Donde se dibujaban las estrellas.
Iba yo caminando por la enorme cornisa de Qatar,
Fundido en el silencio de la noche,
Como si el ramadán me hiciera compañía.
Busqué, busqué entre el palmeral y las arenas
Los versos del Corán y las mezquitas,
El sabor de los suras que me traía la brisa,
O el labio incidental de una mujer de sombras.


Pero la soledad, en aquellos instantes, era mi compañera.
Y, entonces, me hice su compañero para entrar al desierto,
Y remover de paso las arenas, saltando entre las dunas
De mis sueños, y los fantasmas del viento del desierto.


En tanta soledad nadie está solo.
Porque peregrinar en lo infinito,
Bajo un cielo que a pasos, besas con la mirada,
Y sospechas que puedes tocar en un instante.
Y hasta piensas, que te puedes encontrar con el Arcángel,
Con Dios, y los embriagos del destino.


En este mar sin aguas, se te sube la sed a la garganta.
Sueñas la vida, bajo el calidoscopio de tus ansias,
Y colocas el mundo en tus rodillas,
Hasta ver como crecen las espigas,
En un oasis de luces y de sombras.


De allí me traje, envuelto en algodones,
El silbo de la brisa y la palabra.
La extraña inmensidad de los silencios,
Que se tragas las voces y los ecos.


De allí me traje el verbo impronunciado.
El rito de la luz, la epifanía del mar y las estrellas,
Y un pedazo de cielo en la mirada.
Nada es allí, donde todo se acaba.
Todo es allí, donde comienza todo.
Pero las iniciales son jardines
Donde despierta el mundo
Y empieza a florecer la humanidad,
En forma de camellos, dromedarios;
Horizontes y soles mancornados
Sobre una misma hebra del camino.


En Doha, como en todas las partes de este mundo,
El amanecer no tiene nombre.
Le llaman despertar,
Aunque sigas durmiendo todo el día;
Rumiando tu silencio compañero,
Preñado de canciones y perfumes,
Que te traen las arenas del desierto.

viernes, 1 de mayo de 2009

Poema de Ogsmande Lescayllers.


NO OLVIDEMOS PARIS.


Yo soñaba París.
Esa noche,
Mientras cruzaba el Sena,
Madame Marie me preguntó por mis viejos amores;
Los que se me quedaron en la Isla de Cuba.


Ella tomó mi mano.
Nos miramos,
Mientras el barco seguía su viaje por el Sena.


Recuerdo que todavía era invierno,
Pero ya se veía la primavera.
Marie me hablaba del verdor de los Campos Eliseo,
Cuando en París no hay brumas y la luna es creciente,
Como esa que ahora está habitando el cielo.


Marie y yo nos conocimos en Cannes.
Estábamos sentados frente al mar,
Una tarde apacible de diciembre.

Yo buscaba un lugar donde la nada
Y de prontos sus ojos misteriosos,
Verdes como la estampa de los montes,
Se quedaron fijos en los míos.
Tan fijos,
Que yo los sentí míos,
Y fui hasta ella a indagar por la hora.


Con un gesto infinito,
Movió hacia atrás su cabellera rubia
Y cuando respondió a mi pregunta,
Quedé absorte,
Incomprensiblemente silencioso.
Ella se echó a reír,
Yo seguía el ritmo de sus labios,
Intentando saber qué había en su boca,
O qué mágica luz le poblaba la frente.


Al fin le di las gracias,
Pedí permiso y me senté a su lado
Sin que me autorizara;
En ese instante comenzó nuestro amor.


Hablamos largamente.
Nos hicimos preguntas.
Quiso saber quién era yo
Y que hacía por allí;
Yo hice lo mismo.
Y tres horas después,
Nos fuimos a cenar al Paradiso.


Todo fue como un sueño,
Del que aún, no hemos despertados.